Las
células nerviosas, al sentir una presión fuerte en la piel, disparan, en una
fracción de segundo, la señal de relajamiento al cerebro que activa el sistema
nervioso parasimpático, encargado de combatir el estrés. Este envía un mensaje
para que los pulmones respiren más lenta y profundamente. Además, durante el
masaje, el ritmo cardiaco puede disminuir a 10 latidos por minuto, y la presión
arterial car hasta un 8 por ciento. Estimuladas por la presión sueva del
masaje, las células blancas de la sangre, responsable por combatir las infecciones,
aceleran su actividad. Entre otros beneficios del masaje para tu cuerpo, reduce
también la producción de hormonas del estrés, como el cortisol y la vasopresina.
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