El
primer paso para montar un spa en tu casa, es preparar el ambiente con calma,
todo empieza con la energía que le pones. Si aún es de día y hay sol, permití
que la vitalidad de la luz ilumine el ambiente, si es de noche, usa lámparas
con luces azules, ese color produce bienestar y relajación. Después que el
ambiente esté pronto, toma asiento con la columna recta en una posición confortable
y hace una breve meditación en total silencio, para dar secuencia al proceso de
desaceleración. Luego entra a la ducha y con una esponja suave y un jabón
líquido y cremoso masajéate el cuerpo. Estira el pescuezo de un lado a otro,
hacia arriba y hacia abajo. Si en tu casa tienes bañera, esparcí en el agua sales de baño calmantes,
energizantes o estimulantes, conforme lo prefieras, conjuntamente con pétalos
de rosas. Después de ducharte por un
buen rato, o haberte quedado sumergido en la bañera por el tiempo que
consideres necesario, finaliza el relajamiento con una hidratación de piel.
Esparcí la crema hidratante por todo tu cuerpo con movimientos deslizantes y
circulares, dando mayor atención a los puntos tensos.
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